martes, 4 de febrero de 2020

REVIEW: Whettman Chelmets - "I Don't Want to Let Go, but I Need to Let Go"


Hace unos días, uno de esos artistas desconocidos de Bandcamp lanzó un nuevo álbum, que parece ser el cierre de una trilogía. Pero yo lo voy a evaluar independientemente de las dos anteriores entregas, porque sinceramente escuché el primero de la trilogía en cuestión, y no me llamó la atención en absoluto. Cosa que sí hizo el álbum del que voy a hablar a continuación, titulado "I Don't Want to Let Go, but I Need to Let Go". 

Con este trabajo de Whettman Chelmets, voy aprendiendo un poco más acerca del drone. Es un género en el que hay que estar muy atento a los detalles, porque algunos son muy sutiles y representan una parte importante de la variedad de los tracks. 

En este caso, las composiciones avanzan, no se estancan en las mismas "melodías", y lo pongo entre comillas porque la verdad no tengo idea de si se les llama así a los patrones de sonido que se repiten en los temas de ambient o drone. Eso sí, avanzan a paso de tortuga, así que vas a tener que ser paciente.

Hay momentos en los que parece que estoy escuchando a My Bloody Valentine, con esas notas agudísimas que hacen que me desangre por las orejas. Quizás si fusionásemos el "Loveless" de MBV con el "Life Metal" o el "Pyroclasts" de Sunn O))) sonaría algo así. Estos momentos se acentúan en "But I Need to", el segundo tema, con sus enormes nubes de distorsión. No es sorpresa, ya que el mismo Whettman Chelmets admite que compone de manera "shoegazey".

Durante el comienzo de la segunda pieza, puedo sentir cómo la foto de la portada se va cubriendo de mugre, o quemando, o lo que sea que le pase a la foto. Además, dicho comienzo me recuerda mucho a los primeros minutos del "Thornsmoat" de Hvøsch. En el último track, Chelmets juega inteligentemente con los decibeles, a veces acentuando exageradamente algún que otro sonido y asustándome un poco. 

En cuanto a la producción, las capas de sonido fabricadas por las guitarras y los sintetizadores se diferencian muy bien, solo hay que prestar atención. Y la verdad es que no tengo idea de qué otras cosas habrá usado Chelmets para grabar el álbum. Lo único que sé es que todo suena excelentemente bien.

Y ahora, un test para medir qué tan aptos son tus oídos para este álbum: ¿Te gusta el ambient? ¿Te gusta el drone? ¿Escuchar el "Loveless" a menos de 20 BPM constituye una de tus fantasías sexuales? Entonces definitivamente este disco es para vos. Por mi parte, creo que una calificación rozando el 9 es más que justa, así que le voy a dar un 87/100. No dejes que la duración de los temas te tire atrás. Sentate y escuchalo pacientemente, a lo mejor descubrís una nueva forma de escuchar música.

Probalo en Spotify o en Bandcamp. También podés escucharlo en esta playlist de YouTube. Si querés seguirlo, en su página de Bandcamp están todas sus redes. 

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal