domingo, 10 de noviembre de 2019

REVIEW: Slayer - "The Repentless Killogy (Live at the Forum in Inglewood, CA)"


Slayer es de mis bandas favoritas, y la favorita de una gran parte de los fanáticos de la música extrema. Su legado y su influencia son innegables. Hasta ahí estamos todos de acuerdo, ¿no? Prosigamos entonces.

Es factible que quienes hayan ido a verlos en vivo luego del lanzamiento del Repentless (sobre todo en el tour final, que yo tuve la suerte de presenciar), sientan algo en la pancita cuando escuchen la intro de este live. Y ahí es donde radica la única fuerza de este lanzamiento (además de la intrínseca energía de la banda): en ponerte la piel de gallina si es que los fuiste a ver. Sino no.

El setlist es un tanto raro, hay una fuerte presencia de la etapa post-2000 de Slayer, pero no hay ABSOLUTAMENTE NADA del Christ Illusion (uno de mis discos favoritos de la banda). Se ve que en serio detestan ese álbum, porque cuando pasaron por Buenos Aires tampoco tocaron ni un tema del mismo. En cambio, hay 4 canciones del Repentless (y la intro), 2 del God Hates Us All, y 1 del World Painted Blood. Así, se dejan afuera grandes clásicos de los primeros álbumes, por temas que nadie (o una gran minoría) pidió.

Desde el inicio notamos que el vivo suena muy poco pulido. Los riffs de guitarra se distinguen muy poco en "Repentless", y lo mismo pasa con la parte final de "Postmortem", con "War Ensemble", con "Hallowed Point", con "Born of Fire", con "Raining Blood", con "Chemical Warfare", y en menor medida con "Angel of Death". Es decir, esto pasa con los temas más rápidos, con la excepción de "Hell Awaits". La batería suena como si estuviésemos escuchando a una banda tocar en una sala de ensayo. 

En "The Antichrist" notamos la garra que Araya le pone a las vocales (a pesar de tener la voz hecha mierda) cuando se esfuerza por modular un "TORRTUREEEEEE".

"When the Stillness Comes" es de los mejores momentos del disco. Considero que acá es donde Araya se luce más con sus vocales, y al no haber riffs muy rápidos, estos se distinguen a la perfección. En efecto, los temas más lentos son los que se ven más favorecidos por el mix y el tono de la guitarra, siendo este el caso de clásicos como "Mandatory Suicide", "Seasons in the Abyss" y "South of Heaven", por poner ejemplos. 

El solo del final de "Raining Blood" suena horrible, pero no me sorprende porque así es en la mayoría de recitales de Slayer que ví. El de "Angel of Death" es penoso, se escucha bajísimo. Y el de "Chemical Warfare" es el único que está tocado de manera fiel al original de estudio, pero lamentablemente el riff inicial está grotescamente pifiado.

Aún así, hay algunos momentos destacables (que no tienen que ver con la música). Por ejemplo, antes de que "Dead Skin Mask" comience, Araya nos da un discurso sobre amor. Un tierno. En "Disciple" se escucha cómo Araya está por cantar algo pero rápidamente se da cuenta de que se está equivocando y que está por venir el solo. Y por último, al final de "Hell Awaits" hay gritos del público, que son divertidos porque recuerdan a algunos que escuchábamos en el "Live Undead".

Entonces, en conclusión: este es un álbum que jamás tendría que haber visto la luz. Muy poco pulido y con gravísimos errores. Si esto fuese un concierto subido a YouTube por un usuario cualquiera, no me molestaría en absoluto. Pero no es el caso, es el caso de un lanzamiento oficial (probablemente caro) que además de eso es la despedida de la banda. "Repentless" no fue una magnífica despedida, pero es mucho mejor que esto. Mi puntuación final es un 5/10, y solo lo recomiendo a aquellos que hayan presenciado algún recital post-2015 de esta banda. El resto, aléjense de esta cosa, y que no se les pase por la cabeza gastar ni un mísero peso en esto. 

Lo podés escuchar en Spotify. Podés. Pero no deberías.

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